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Resumen
El
presente artículo está orientado a analizar
la composición de los hitos patrimoniales del eje vial Libertador Bernardo
O’Higgins y su influencia como discurso identitario oficial de la historia
nacional sobre la percepción social de las masculinidades. Es una investigación
basada en miradas metodológicas inductivas, en donde se toma el referente
patrimonial, en este caso las estatuas, y se les estudia de forma intensiva,
para lograr una visión general sobre la problemática mencionada. Se concluye
que la avenida estudiada tiene un marcado énfasis identitario y masculinizante,
por lo que es producto de la producción historiográfica y política, desde el
nacimiento de la República hasta la actualidad.
Palabras claves:
Patrimonio, Avenida General Bernardo O’Higgins, Masculinidad, Identidad
INTRODUCCIÓN
"Problema
Esta
investigación plantea el análisis desde la perspectiva de las masculinidades
del eje vial Libertador Bernardo O’Higgins[1]
-como unidad totalizante-, en función de las estatuas honoríficas como hitos
patrimoniales con un marcado rol, como objetos culturales creadores o
modeladores de identidad y su relación con el discurso identitario nacional
oficial (Colmenares, 2006) que es aprehendido
por la comunidad del país[2].
El eje Alameda ha sido propuesto desde su creación –se piensa en los
decretos originarios del mismo Bernardo O’Higgins- como una estructura vial que
sostenga el modelo urbanístico Metropolitano. En dicho contexto, ha sufrido
modificaciones a partir de las matrices políticas que coyunturalmente han dado
forma a la política nacional y a las posibilidades tecnológicas que ha tenido
el país[3]. Sin
embargo, nunca perdió su objetivo. Es así como desde una visión oficial, la
arteria se ha transformado en la avenida más importante, de mayor flujo de
personas y tradicional de la comuna de Santiago y el barrio cívico central.
Aquella condición lo ha vuelto el escenario ideal para la generación de un eje
patrimonial de estatuas honoríficas que son un indicador más del discurso
heroico nacional.
En términos generales, cuando se analiza el concepto identidad desde la
perspectiva personal, se le asocia con todo aquello vivido que da coherencia a
las formas de pensar y ser de algún sujeto. La dificultad aparece al analizarlo
desde una perspectiva comunitaria o para este caso, nacional: aquella
trayectoria de vida debe tener hitos significativos para toda la comunidad que
originen la identificación. En dicho contexto, el análisis particular del
patrimonio se hace relevante, en tanto pueden asemejarse como aquellos hitos
necesarios para el grupo humano y que entregan sentido de unidad a la sociedad.
Cabe explicitar, como afirma Bárbara Silva, que históricamente las elites
dirigentes fueron capaces de reconocer la alta necesidad de generar una base de
cohesión comunitaria coherente, que pasa por una toma de conciencia y decisión
previa, cuyos objetivos se orientan a generar una red de situaciones
significativas para la población y que manifiesten implícitamente su relación
sistémica (2008,
p. 43-46)."...
[1] También
denominado durante el artículo como Eje Alameda.
[2] Es necesario explicitar
que aquella visión oficial se relaciona con la corriente conservadora
decimonónica historiográfica que ha sido la matriz de la perspectiva cultural
originaria del país y que ha engrosado las estructuras bases de conocimiento en
el área: sin ser la única, logró marcar un periodo relevante en la
academia.
[3] Es posible identificar
los cambios de planos reguladores, ampliaciones del casco histórico, generación
de espacios de paseos o convergencia ciudadana a su alrededor y las naturales
remodelaciones de pavimento, como elementos modernizadores que mejora las vías
y el transporte por dicha avenida.